jueves, 1 de febrero de 2007

Nacimiento de Bolivar

Nació en Caracas el 24 de julio de 1783, en el seno de una familia de ricos criollos, los Bolívar y Ponte-Palacios y Blanco. Estudió de manera no convencional con maestros como el escritor y político venezolano Andrés Bello y el filósofo y educador también venezolano Simón Rodríguez, si bien fue este último quien en su etapa caraqueña contribuyó en más alto grado a forjar la personalidad de Bolívar.


Infancia de Bolivar


Con dispensa del obispo, el niño Bolívar fue bautizado en su casa natal por su tío el padre Jerez, con los nombres de Simón José Antonio de la Santísima Trinidad (a los nombres de antepasados se sumó el de la Trinidad, la advocación de su capilla en la catedral). Fue su nodriza de leche doña Inés Mancebo, esposa de Fernando de Miyares, más tarde gobernador de Maracaibo y gobernador general de Venezuela, una dama cubana, vecina e íntima amiga de doña Concepción; en 1813 Bolívar recomendará al gobernador de Barinas: "Cuanto Ud. haga en favor de esta señora corresponde a la gratitud que un corazón como el mío sabe guardar a la que me alimentó como madre. Fue ella la que en mis primeros meses me arrullo en su seno. ¿Qué más recomendación que esa para el que sabe amar y agradecer como yo?" No obstante, su ama de cría fue la esclava negra Hipólita, de la hacienda de San Mateo; Bolívar, en carta a su hermana María Antonia, dice lo siguiente en 1825 : "Te mando una carta de mi madre Hipólita para que le des todo lo que ella quiere; para que hagas por ella como si fuera tu madre: su leche ha alimentado mi vida, y no he conocido otro padre que ella". Al lado de Hipólita estaba también la negra Matea, aya o niñera del Libertador, apenas diez años mayor que él, para atenderle y compartir sus juegos; vivió largos años en San Mateo, donde presenció el ataque de José Tomás Boves a la hacienda y el sacrificio de Antonio Ricaurte en 1814, y entró del brazo del presidente Antonio Guzmán Blanco cuando los restos del Libertador fueron trasladados al Panteón Nacional de Caracas en 1876


Juventud de Bolivar

Simón, a quien su madre no podía amamantar, se vio confiado a una nodriza negra, Hipólita, una de las esclavas de la familia. Ésta hizo más que alimentar a Simón, se ocupaba de él como si fuera su propio hijo, y sobre todo a la muerte del coronel Bolívar cuando su hijo tenía apenas 7 años. Simón Bolívar guardaría siempre en su corazón mucha ternura por Hipólita.
Alrededor del año 1790, María Antonia, Juana, Juan Vicente, y Simón, se paseaban bastante seguido con su madre en sus tierras del valle de Aragua. Simón fue tocado por la belleza y la tranquilidad de los paisajes que descubría.
Pero el encanto se rompió el 6 de julio de 1792, cuando murió su madre, quien había tenido siempre una salud frágil. Los Bolívar quedaron huérfanos. Las dos muchachas, aunque muy jóvenes, no tardaron en casarse, y fue el abuelo materno, don Feliciano, quien devino el tutor de Simón, de apenas 9 años.Pero el joven Simón sufrió mucho por la desaparición de sus padres.
Simón había aprendido a leer, escribir y contar con diferentes preceptores. Fue a la Escuela Pública, dirigida por Simón Rodríguez, un hombre original y progresista, cuyas ideas pedagógicas y sociales tendrían mucha influencia sobre un joven de caracter aún muy maleable.Pero entretanto, don Feliciano falleció a su vez, y la tutela regresó a Carlos Palacios, su tío, con quien Simón no se entendía para nada. Don Carlos, soltero, pasaba mucho tiempo en sus haciendas, y Simón, librado a su suerte, se paseaba en las calles de Caracas con muchachos que no eran de su rango.
A los 12 años, Simón Bolívar se fugó y fue a buscar refugio con su hermana María Antonia. Pero el niño es reconducido a su casa, después confiado como interno a cargo de su maestro Simón Rodríguez. Rodríguez no tardó en ganar la confianza de Simón, y en algunos meses lazos estrechos iban a ligarlos, lazos de simpatía, que durarían hasta la muerte.



Familia de Bolivar



El primer Bolíbar llegó a Venezuela cambió la b por V.
Llevaba aquel Bolívar el mismo nombre de pila del futuro libertador Simón y era señor de Rementeria.
El año de 1.557 este primer Simón Bolívar llega a Venezuela trae con el relevante virtudes y talentos y se convierte en Procurador y comisionado.
Se dedicó a las labores agrícolas y de gobierno.
Los Bolívar desempeñaron entre los descendientes del procurador Bolívar se cuentan: Antonio Bolívar y Rojas Conigider y Justicia mayor de los Valles de Aragua. Luis de Bolívar y Rebolledo, Alcalde de Caracas, Juan de Bolívar y Martínez de Villegas, capitán de Infantería, Teniente de Capitán general y también justicia Mayor de Aragua corigidor de San Mateo y fundados de San Luis de Cura.
Hijo de este último fue el Coronel Juan Vicente de Bolívar y Ponce Jaspes y Montenegro, Marqués de San Luis, señor de Aroa, Coronel perpetuo y opulentisimo propietario venezolano, padre del futuro libertador.
El libertador heredó de los Bolívar una recia estirpe de hombres emprendedores y luchadores que contribuyeron al progreso y desarrollo de la Provincia de Caracas.
La Familia Palacios.El origen de la familia Palacios se remonta a la zona de Miranda situada en Castilla de vieja. Los antepasados Castellanos de Simón Bolívar se dedicaron a la carrera de las armas y ocuparon puestos importantes.Los Palacios tuvieron posiciones destacadas en el proceso de conquista y colonización del territorio venezolano.El abuelo del Libertador procreó 11 hijos e hijas, una de ellas era su hija Doña Maria de la Concepción, dama culta y refinada.Familia Blanco.Los Blanco también desempeñaron altos cargos en el gobierno, como gobernantes y regidores y aportación sus hombres jóvenes a la lucha por la Independencia.
El Libertador Simón Bolívar heredó hidalguia y la vocación por las armas.
La Familia Bolívar y Palacios.
Simón Bolívar procedía de familias tradicionales de la sociedad caraqueña. Los antepasados del libertador tuvieron destacadas participaciones, en el desarrollo político, económico y social de la vida colonial.
Los padres del Libertador descendieron de Capitanes, General, Alcaldes, procuradores, regidores y gobernadores. Sobre la estirpe de los poderes del Libertador y refiere el siguiente texto del Salvador de Madariaga."Tanto la estirpe paterna como materna, los Bolívar como los Palacios aportaban a la familia del Libertador tradiciones de riqueza de bienestar y de poder social"
Ni un sólo momento desde que llega a Venezuela Simón Bolívar en 1.587, se eclipsan los antepasados del Libertador de los círculos dirigentes del país; y casi siempre había por lo menos uno en el Cabildo.
Los Bolívar Palacios tenían una de las fortunas más cuantiosas de la Provincia. Los Bolívar Palacios eran dueños de las minas el Cocorate en Aroa y de los Hatos El Tocumo y El Limón. Tenían casas en la Guaira y Caracas numerosos esclavos y árboles de Cacao en San José y los Valles de Tuy en Yare.




Educacion de Bolivar


La formación educativa de Bolívar fue bastante informal, considerando que no fue un alumno regular que cursara estudios desde la educación elemental hasta la universidad.
Al igual que otros muchos ricos y bien educados criollos, él recibió instrucción de tutores privados en su propia casa. Solamente durante cuatro periodos en su niñez asistió a una escuela pública y v¡vió en la casa de su preceptor Simón Rodríguez.
De acuerdo con su propio testimonio, su educación fue lo mejor que una persona de su rango podía adquirir en su patria para este entonces.
En una conocida carta enviada al General Santander, Bolívar ofreció uno de los más claros testimonios sobre su temprana formación. En esa carta, Bolívar trataba de desautorizar a un detactor suyo llamado Molíiens, cuyo testimonio calificó de injusto y falso.
El Libertador afirmó en la carta que no era verdad que su educación fuese descuidada, pues su madre y toda su familia hicieron lo posible para que tuviese la formación apropiada y para ello contrataron los mejores maestros del país.
En esta misma carta, el agrega que Simón Rodríguez, le enseñó a leer y a escribir, que Andrés Bello le instruyó en el arte de la composición y en geografía, y el padre Andujar un intelectual admirado por Humboldt le enseñó matemática en una academia diseñada especialmente.
Después dice Bolívar, fue enviado a Europa a estudiar idiomas extranjeros y a asistir a la Academia de San Fernando, en Madrid, para mejorar su aprendizaje de matemática.
Allí en Madrid también tomó lecciones de esgrima, danza y equitación. Finalmente en un significativo pasaje, el reconoció su deuda intelectual con la ilustración Francesai "Es verdad que yo no he aprendido la filosofía de Aristóteles ni los códigos del crimen y del error, pero el señor Molliens no ha ido tan profundo como yo en el estudio de Locke, Condillac, Buifon, Helvetius, Montesquieu, Mably y los clásicos de la antigüedad, sean los filósofos, historiadores, oradores o los poetas; así como los clásicos modernos de España, Francia, Italia y algunos de Inglaterra.



Vida Romantica de Bolivar

El sueño comienza a realizarse el 19 de Enero de 1.794 va a cumplir 17 años. La despedida en la Guaira es muy emotiva. Su tío Esteban había sido nombrado residente algo así como Viceministro de Hacienda de España. También es amigo del Marqués de Ustariz. En la casa del Marqués de Ustariz es centro de reuniones culturales. Posee una enorme biblioteca que el entusiasma. Le apasiona leer libros filosóficos. El propio Simón Rodríguez no echaría en falta ninguno de los volumen que el admiraba. En la casa de Ustariz no sólo aprende a pensar y a expresarse con profundidad, también conoce a una noble dama que le roba el corazón, se llamaba María Teresa Rodríguez del Toro y Alayza. Tiene un enamoramiento tan repentino como ardiente. Simón quería casarse con ella enseguida. El papá de ella se opone por razones de edad ¡los dos son demasiados jóvenes! Tuvo que esperar dos años. Se veían con frecuencia porque Bolívar había encontrado en ella la ternura y el cariño que le faltaron desde la muerte de su Mamá. María Teresa Rodríguez del Toro, además era muy bella, muy dulce y muy sentimental.
Por fin la boda se celebraba en Madrid el 24 de Mayo de 1.802. Ella tiene 20 años, el tiene 19, los novios pudo exhibir como testigo del acto y primer declarante a un empingorotado "Sr. Don Luis Quijada Quiñones y Moreno, Marqués del inicio Conde de Revolledo. Bolívar no tuvo a su lado ningún pariente inmediato, pues de sus dos tios Esteban y Pedro ninguno estuvo presente en su matrimonio. Llenos de amor y ilusiones la juvenil pareja regresa a Caracas. Los parientes reciben con fiestas. La luminosidad y colorido del trópico deslumbran a María Teresa. Visitan también la hacienda San Mateo. Allí precisamente contrae una enfermedad tropical. El 22 de Enero casi a los ocho meses de casada, muere entre asombro y consternación de la familia. La prematura viudez fue un suceso decisivo en la vida de Bolívar, el mismo comprendió así:
- Miren ustedes lo que son las cosas; si no hubiera enviudado quizá mi vida hubiera sido otra; no sería el General Bolívar, ni el Libertador, aunque convengo en que mi genio no era para ser Alcalde de San Mateo.
Nuevamente el corazón de Simón Bolívar sufre un golpe de amarga soledad. Más tarde daría a un amigo:
"Quise mucho a mí esposa y su muerte me hizo jurar que no volvería a casarme". Y lo cumplido. La necesidad de olvidar el luto abatimiento y la soledad afectiva le impusieron a planificar otro viaje a Europa. Nunca más buscó otro amor como este, que le exigió constancia y pureza. Bolívar tuvo otras mujeres a las cuales amó de paso, sin concederles la importancia aún con la fascinadora Manuelita Sáenz, que muerto el debía darle conmovedora prueba de abnegación y amor fue injusto en ese sentido tuvo con ella la lealtad acaso más egoísta que géneros aunque parezca lo contrario de ponerte que se separaran, por que "nada en el mundo puede unirnos bajo los auspicios de la inocencia y del honor" y solía llamar la amable loca, aunque ella merecía mucho más. En la vida de Bolívar se conoce otra mujer que la llamaba "Mi gloriosa" cuyo nombre verdadero era Joaquina Garioca y que, firmaba "Gloriosa Simona Joaquina Trinidad y Bolívar".
En París derrochó como en otras capitales Europeas y también en París creció sin amor por Fanny du Villars, nacida Trioban de Aristigueta, lejana prima suya a quien amo con romántica pasión. Todo esto nos a puesto a analizar de su vida amorosa posterior, nos llevaría a admitir que fue siempre el viudo de Teresa, sin saberlo el mismo.



Los hijos de Bolivar



Después de los sucesos del 19 de Abril de 1810, Bolívar es enviado a Inglaterra con Andrés Bello y Luis López Méndez en una misión diplomática, para lograr el reconocimiento de la nación que se estaba formando. Regresa a Venezuela y da su discurso en favor de la independencia americana ante la Sociedad Patriótica.
Cuando Miranda es derrotado por las fuerzas realistas, Bolívar debe huir a Cartagena desde donde invade a Venezuela en 1813. En Mérida es proclamado "Libertador" y proclama la "guerra a muerte". En Agosto, toma la ciudad de Caracas y proclama la segunda república.
Después de numerosas batallas, tiene que huir a Jamaica, en donde escribe su "Carta de Jamaica". En 1817, regresa a Venezuela. Dos años más tarde, en 1819 se crea el congreso de Angostura en donde funda la Gran Colombia (Venezuela, Colombia, Panamá y Ecuador) y es nombrado presidente. En Agosto logra la independencia de Colombia en la batalla de Boyacá, el 7 de Agosto, y después de 2 años de luchas, la independencia de Venezuela se consolida con la Batalla de Carabobo, el 24 de Junio de 1821.
Batalla de Carabobo
Posteriormente, en Agosto, gana la Batalla de Boyacá. Después de que Sucre ganara la batalla de Pichincha, en 1822, y liberara el norte de Sur América, Bolívar cruza los Andes para liberar Perú, lo cual logra con Sucre en la Batalla de Junín, el 6 de Agosto de 1824.
Mientras estuvo fuera de Venezuela, Bolívar es víctima de las rivalidades entre los caudillos que empezaban a gobernar a Venezuela y se va a Colombia, en donde muere el 17 de diciembre de 1830, en la ciudad de Santa Marta. Sus últimas declaraciones reflejan la amargura que sentía por no haber logrado su objetivo de la unión de la nueva patria: "¡Colombianos! Mis últimos votos son por la felicidad de la patria. Si mi muerte contribuye para que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro".


Viajes de Bolivar

Simón Bolívar le asignó a los viajes una gran importancia en su formación intelectual y de su personalidad.

Los viajes moldearon el espíritu y la conducta de Bolívar y prueba de ello es que Ducoudray Holstein, “venenoso enemigo del Libertador… escribía: Había adquirido en el curso de sus viajes aquel habito mundano, aquella cortesía y suavidad de maneras que le distinguían y que tan atractiva influencia ejercieron sobre todos cuantos le trataron.
El 19 de enero de 1799, a los 15 años de edad, se embarcó en la Guayaren el navío San Ildefonso, rumbo a España. El 2 de febrero arribo al Puerto mexicano de Veracruz, permaneció en México mes y medio, ya que el siguiente puerto, La Habana, reencontraba bloqueado por los ingleses. En México frecuento los círculos más aristocráticos y opulentos. El 20 de marzo continúa su viaje, llegando a La Habana y luego rumbo a España donde llegó a finales de mayo al puerto de Santoña, y de aquí a Madrid, por la ruta de Bilbao. Bolívar se instala primero en Madrid, en casa de su tío Esteban, y luego en el palacio de su pariente, el Marqués de Ustariz. De Madrid pasa a Bilbao y luego se dirige a París donde estuvo hasta abril de 1802, cuando regreso nuevamente a Madrid, y el 26 de mayo, sin haber cumplido todavía diecinueve años, contrajo nupcias con María Teresa Rodríguez del Toro y Alaiza, regresando a Venezuela. El 22 de Enero de 1803 murió María Teresa de una fiebre maligna.

Bolívar decide volver a Europa. A fines de diciembre de 1803 se encontraba en Cádiz. Durante este segundo viaje fue cuando le nacieron en él ideas políticas claras y precisas.

En Paris, donde vivía como un aristócrata, vela coronación de Napoleón, acto que le causo desprecio: “… La corona que se puso Napoleón en la cabeza la miré como cosa miserable y de moda gótica; lo queme pareció grande era la aclamación universal y el interés que inspiraba su persona. Esto, lo confieso, me hizo pensar en la esclavitud de mi país y en la gloria que cabria al que la libertase”…

Durante su estadía en París, conoció al barón AlexandreVon Humboldt y a Aimée Bonpland en el salón de Fanny Dervieu Du Villars. Viaja por Viena, donde se reúne con su maestro Simón Rodríguez. En la primera etapa de su segunda estadía en París sostiene un “tren de príncipe”, hasta que los consejos del viejo maestro le hacen que se entregue de nuevo a los libros y al estudio.

El 6 de abril de 1805 parte a Italia y lo acompaña su maestro don Simón Rodríguez y su apreciado amigo Fernando Del Toro. Permaneció algún tiempo en Milán donde observa la coronación de napoleón como rey de Italia y la gran revista militar en la llanura de Montechiero. De Milán sigue a Verona, Papua, Venecia, Ferrara, Bolonia, Florencia, y Roma donde ocurrió el celebre juramento del Monte Sacro.

Bolívar volvió a París a fines de 1805 y en octubre de 1806 subió por Holanda hasta Hamburgo y se embarcó en un buque estadounidense rumbo a los Estados Unidos de Norteamérica. Arribó al puesto de Charleston el 01 de enero de 1807. recorrió Boston ,Filadelfia y Nueva York.

El tercer viaje a Europa lo hace presidiendo la Misión Diplomática a la Gran Bretaña, conjuntamente con Andrés Bello y Luís López Méndez. El 10 de julio de 1810,llegan los embajadores al puerto de Portsmouth en el buque General Lord Wellington.

Emil Ludwig señala que la razón que explica la selección de Bolívar como miembro de la Misión fue la siguiente: “… A Bolívar…, se le escogió para el cargo tomando en cuenta sus conocimientos de muchos países e idiomas europeos, su dominio del trato social y además su fortuna personal, pues había de emprender el viaje a expensas propias.

En Londres, Bolívar, contraviniendo las recomendaciones del canciller ingles y las instrucciones de la Junta Suprema de Caracas, conoció en su residencia de Grafton Square al casi mítico General Francisco de Miranda. La presencia de Bolívar en Londres llamó la atención de la prensa y en los lugares públicos “fue objeto de la curiosidad general y de numerosas simpatías”, ya que tenía el porte impecable de un lord, unido a la elegancia de un parisién; como su rostro ovalado y sus ojos ardientes atraían a las damas y era, además, jinete y esgrimista consumado…pronto todo el mundo le llamaba embajador de la América del Sur.

La Misión que Bolívar presidió en Londres, se manejó ante el gobierno inglés con habilidad y acierto innegables, como revela la nota dirigida por Bolívar junto con López Méndez, con fecha 21 de Julio de 1810, al Canciller inglés, la cual es un ejemplo notable de moderación y tacto diplomático, donde aparecen expuestos los propósitos de la Misión, en pleno acuerdo con las instrucciones recibidas por la Junta Suprema.
Terminada la Misión, los diplomáticos López Méndez y Bello se quedaron en Londres y Bolívar regreso a Caracas. Los otros viajes de Bolívar (Curazao, Jamaica, Haití, Nueva Granada, Ecuador, Perú, Bolivia) fueron hechos por imperativos y necesidades de la gesta emancipadora.




Muerte de Bolivar

La muerte, misericordiosa, le sorprende en San Pedro Alejandrino, una hacienda cercana a Santa Marta, el 17 de diciembre de 1830. Su última proclama, firmada el día 10, después de haber recibido los auxilios espirituales de un sacerdote, es un elocuente testimonio de su grandeza, de su desprendimiento y de la rectitud de su espíritu. Es, también, y sobre todo, un legado donde señala rumbos hacia el futuro."
Los pueblos que liberó su espada conservan la esperanza de que sus hombres revivan el espíritu de Simón Bolívar y culminen su obra.
Los malentendidos entre Colombia y el Perú conducen a una guerra, concluida felizmente, después de la batalla de Tarqui, con la afirmación de Sucre de que la justicia de su causa era la misma antes que después de la victoria. Se convoca a un nuevo congreso, que se reúne en Boyacá en la a poteósica entrada en Caracas enero de 1830 y que la elegante precisión del verbo bolivariano denomina infructuosamente "Admirable"). Lo preside Sucre, quien realiza los mayores esfuerzos por lograr la reunificación con Venezuela. Todo resulta inútil. El destino ha marcado su signo.
El proceso es fatal. Sucre es asesinado el 4 de junio en la montaña de Berruecos, cuando regresaba a su hogar rumiando amargas preocupaciones. Por otra parte, el Congreso de Venezuela, temeroso de que la presencia del Libertador volviera a disipar los proyectos separatistas, pone como condición a todo diálogo su exclusión del territorio nacional: es el más duro de los ultrajes y el más triste de los hechos históricos de nuestra República.
El congreso colombiano, a su vez, le acepta la renuncia; designa un nuevo presidente que no asume por lo pronto el poder; el general Rafael Urdaneta, se hace cargo del gobierno el 5 de septiembre, instando al Libertador a volver. Este, que se halla en ruta a la costa atlántica con el propósito de pasar a Europa, encuentra en el deterioro de su quebrantada salud el desenlace de su ciclo vital.
Le da hospitalidad en la quinta de San Pedro Alejandrino, cerca de Santa Marta, un hidalgo español, Joaquín de Mier; y lo atiende en su última enfermedad un médico francés, Alejandro Próspero Reverend, que ganó con su afecto por el noble paciente la gloria de la inmortalidad. Historiadores médicos discuten hoy acerca del tratamiento que indicó Reverend: lo cierto es que ya la inmensidad de la figura y de la obra de Bolívar no cabían en el escenario de su vida.
Sabía que iba a morir, se preparó dejando un mensaje inolvidable en el que sus últimos deseos los expresaba y el sacrificio de su existencia lo ofrecía, para recomendar el mantenimiento de la unión grancolombiana. El obispo José María Esteves, de Santa Marta, y el cura de Mamatoco, Hermenegildo Barranco, le dieron los últimos auxilios religiosos. Falleció el 17 de diciembre de 1830. Tenía solamente 47 años: pero ya resonaba la frase del elocuente Choquehuanca, quien desde el Perú había pronosticado: "con el tiempo crecerá vuestra gloria como crece la sombra cuando el sol declina".
Sus restos, inhumados solemnemente en la catedral de Santa Marta, fueron trasladados a la catedral de Caracas en 1842, en apoteosis presidida por el general Páez y narrada en párrafos neoclásicos por Fermín Toro. De la catedral pasaron, en el gobierno de Guzmán Blanco, al Panteón Nacional, un templo donde predomina la afirmación de su grandeza. En medio de su increíble actividad, la soledad de su espíritu se resentía de la falta de un verdadero amor.
El recuerdo de la esposa muerta lo acompañaba siempre. Comprendía que, tal vez, si ella hubiera vivido, su destino heroico no se habría cumplido (se le atribuye la expresión de que no habría pasado de ser "alcalde de San Mateo"); pero el vacío que ella había dejado en su existencia no pudo llenarlo con las aventuras galantes, con encuentros furtivos, ni siquiera con manifestaciones de afecto, entremezclado con veneración, por más que provinieran de mujeres hermosas, inteligentes o sensibles.
Solamente una quiteña, Manuela Sáenz, de espíritu atrevido, pasando por encima de las normas sociales y provocando inevitables reacciones, al entregarse a él con irrefrenable vehemencia, llegó muy cerca de su corazón. No fue una mera relación carnal la que existió entre ellos: aquélla a la que llamó "sublime loca") le dio aliento de vida, y vino a convertirse en "libertadora del Libertador" cuando salvó su vida en el atentado septembrino, distrayendo a los conjurados mientras el Libertador se ponía a salvo. Los años finales de Manuela después de la partida y muerte dei amado, fueron un triste epílogo de su participación en la tragedia bolivariana.
No logró el Libertador consolidar en los nuevos estados la vida institucional. En su último año llegó a exclamar, en mensaje al Congreso: <


Testamento de Bolivar

Testamento de su excelencia, Santa Marta, 10 de diciembre de 1830
En nombre de Dios todo Poderoso. Amén. Yo, Simón Bolívar, Libertador de la República de Colombia, natural de la ciudad de Caracas en el Departamento de Venezuela, hijo legitimo de los señores Juan Vicente Bolívar y María Concepción Palacios, difuntos, vecinos que fueron de dicha ciudad, hallándome gravemente enfermo, pero en mi entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, creyendo y confesando como firmemente creo y confieso el alto y soberano misterio de la Beatísima y Santísima Trinidad, Padre Hijo y Espíritu Santo tres personas distintas y un solo Dios verdadero, y en todos los demás misterios que cree, predica y enseña nuestra Santa Madre Iglesia Católica Apostólica Romana, bajo cuya fe y creencia he vivido y protesto vivir hasta la muerte, como Católico fiel Cristiano, para estar prevenido cuando la mía me llegue con disposición testamental, bajo la invocación divina, hago, otorgo y ordeno mi Testamento en la forma siguiente:
Primeramente encomiendo mi Alma a Dios nuestro Señor que de la nada la crió, y el cuerpo a la tierra de que fue formado, dejando a disposición de mis Albaseas el funeral y entierro, y el pago de las mandas que sean necesarias para obras pías, y estén prevenidas por el gobierno.
Declaro: fui casado legalmente con la Sra. Teresa Toro, difunta, en cuyo matrimonio no tuvimos hijo alguno.
Declaro: que cuando contrajimos matrimonio, mi referida esposa, no introdujo a el ninguna dote, ni otros bienes, y yo introduje todo cuanto heredé de mis padres.
Declaro: que no poseo otros bienes mas que las tierras y minas de Aroa, situadas en la Provincia de Carabobo, y unas alhajas que constan en el inventario que debe hallarse entre mis papeles, las cuales existen en poder del Sr. Juan de Francisco Martín vecino de Cartagena.
Declaro: que solamente soy deudor de cantidad de pesos a los señores Juan de Francisco Martín y Poules y Compañía, y prevengo a mis Albaseas que estén y pasen por las cuentas que dichos Señores presenten y las satisfagan de mis bienes.
Es mi voluntad: que la medalla que me presentó el Congreso de Bolívia a nombre de aquel pueblo, se le devuelva como se lo ofrecí, en prueba del verdadero afecto, que aún en mis últimos momentos conservo a aquella República.
Es mi voluntad: que las dos obras que me regalo mi amigo el Sr. Gral. Wilson, y que pertenecieron antes a la biblioteca de Napoleón tituladas "El Contrato Social" de Ruseau y "El Arte Militar" de Montecuculi, se entreguen a la Universidad de Caracas.
Es mi voluntad: que de mis bienes se le den a mi fiel mayordomo José Palacios la cantidad de ocho mil pesos, en remuneración a sus constantes servicios.
Ordeno: que los papeles que se hallan en poder del Sr. Pavageau, se quemen.
Es mi voluntad: que después de mi fallecimiento, mis restos sean depositados en la ciudad de Caracas, mi país natal.
Mando a mis Albaceas que la espada que me regaló el Gran Mariscal de Ayacucho, se devuelva a su viuda para que la conserve, como una prueba del amor que siempre he profesado al espresado Gran Mariscal.
Mando a mis Albaceas se den las gracias al Sr. Gral. Roberto Wilson por el buen comportamiento de su hijo el Coronel Belford Wilson, que tan fielmente me ha acompañado hasta los últimos momentos de mi vida.
Para cumplir y pagar este mi textamento y lo en el contenido, nombro por mis Albaceas textamentarios, fidei comisarios, tenedores de bienes a los Sres. Gral. Pedro Briceño Méndes, Juan de Francisco Martín, Dr. José Vargas, y el Gral. Laurencio Silva, para que de mancomún et insolidum entre en ellos, los beneficien y vendan en almoneda o fuera de ella, aunque sea pasado el año fatal de Albaceasgo pues yo les prorrogo el demás tiempo que necesiten, con libre franca, y general administración.
Y cumplido y pagado este mi textamento y lo en el contenido instituyo y nombro por mis únicos y universales herederos en el remanente de todos mis bienes, deudas, derechos y acciones, futuras sucesiones en el que haya sucedido y suceder pudiere, a mis hermanas María Antonia y Juana Bolívar y a los hijos de mi finado hermano Juan Vicente Bolívar, a saber, Juan, Felicia y Fernando Bolívar, con prevención de que mis bienes deberán dividirse en tres partes, las dos para mis dichas hermanas, y la otra parte para los referidos hijos de mi indicado hermano Juan Vicente, para que lo hayan, y disfruten con la bendición de Dios.
Y revoco, anulo, y doy por de ningún valor ni efecto otros testamentos, codicilos, poderes y memorias que antes de este haya otorgado por escrito, de palabra o en otra forma para que no prueben ni hagan fe en juicio, ni fuera de el, salvo el que presente que ahora otorgo como mi ultima y deliberada voluntad, o en aquella vía y forma que mas halla lugar en derecho. En cuyo testimonio así lo otorgo en esta hacienda San Pedro Alejandrino de la comprensión de la ciudad de Santa Marta a diez de diciembre de 1830.
Y su excelencia el otorgante a quien yo, infrascrito, Escribano Publico del Número certifico que conozco, y de que al parecer está en su entero y cabal juicio, memoria y entendimiento natural, así lo dijo, otorgó y firmó por ante mí en la casa de su habitación, y en éste mi Registro Corriente de Contratos Públicos siendo testigos los S.S.: Gral. Mariano Montilla, Gral. José María Carreño, Coronel Belford Hinton Wilson, Coronel José de la Cruz Paredes, Coronel Joaquín de Mier, Primer Comandante Juan Glenn y el Dr. Manuel Pérez Recuero, presentes.
Ante mí, José Catalino Noguera, Escribano Público.



Tu eres libertador

Tu, yo todos nosotros somos Libertadores por que todos tenemos la valentia, la honestidad, el respeto por la patria que nos obliga a luchar por nuestro pais, lo unico que nos hace falta es un empujoncito para llegar a donde llego Bolivar para que nosotros liberemos a nuestro pais de la delincuencia, de la oprersion que nos rodea, entonces que esperas atrevamonos y luchemos por este país que nos grita para que lo liberemos y nuestros nombres sean reconocidos como el de nuestro Libertador Simon Bolivar

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